El término recursos para referirse a
personas trae preocupaciones, porque las personas no deberían ser puestas al
mismo nivel que otros recursos que pueden ser intercambiados fácilmente por las
organizaciones, como los recursos materiales o financieros. La economía debe tener a las
personas y su bienestar como el foco de las medidas económicas y los análisis
organizacionales, por lo tanto el objetivo de la política económica debe ser
maximizar el bienestar de las personas en general y no la capacidad de las
empresas para cumplir sus objetivos particulares.
Las personas no deben ser tratadas como
otro simple recurso de las organizaciones o como un simple factor de producción, sino como seres
humanos, con respecto
y dignidad, y teniendo en cuenta que el objetivo de
la economía es satisfacer
necesidades humanas y no organizacionales o empresariales.
Obviamente, son el único recurso de la
empresa que no le pertenece, ni forma parte de su patrimonio, sino que
constituyen su fuerza de trabajo a cambio de una remuneración salarial, o sea,
algo así como un arriendo de la capacidad de trabajo.
Los recursos humanos pueden tener más o
menos grado de especialización, y pueden dedicarse al proceso productivo per
se, o bien a las labores administrativas y de control, que garantizan la
perpetuidad del mismo.
Al mismo tiempo, sus talentos y capacidades
forman un bien intangible de la empresa, que pueden mejorarse a través de
diversos procesos de formación, como los estudios o la acumulación de
experiencia. De hecho, mientras mayores conocimientos y experiencias acumule un
trabajador, mayores serán sus remuneraciones salariales..
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